Barrer o recoger la suciedad diariamente, cuando ocurre un accidente, por ejemplo un derrame de un líquido, séquese inmediatamente con un trozo de tela o tejido antes de que pueda profundizarse la mancha. Hacer un inventario de los materiales más utilizados en su oficina, tales como tintas, pinturas, pegamento, productos químicos o alimentos que se puedan derramar sobre la alfombra y así hacer una lista de las necesidades en productos de limpieza especiales.
Además de invertir en lo esencial para la limpieza, debemos asignar un presupuesto para realizar una buena limpieza cada 6 meses. Por último, encontrar una buena oferta en servicios de limpieza profesional. Por lo menos realizar una limpieza profesional al año, asegura una alfombra de oficina impecable.